Secretos de familia a la italiana
por Diana AlbizuDando relevancia al tópico cultural, el cine italiano ha hecho de la familia uno de sus grandes temas a lo largo de la historia. 'Tengo algo que deciros', el exitoso film de Ferzan Ozpetek, se incrusta en dicha tradición para contar la historia de los Cantone, una familia burguesa del sur de Italia cuya fortuna se sustenta sobre la producción de pasta. Como es de esperar, se trata de una familia conservadora cuyo padre dirige con la misma dedicación que sus fábricas. El desastre llega cuando, durante la reunión familiar que el hijo pequeño Tommaso (Riccardo Scamarcio) pretendía utilizar para revelar su identidad homosexual, es adelantado por su hermano mayor, Antonio (Alessandro Preziosi), que también se reconoce gay, provocando el previsible cataclismo, hospitalización del padre de familia incluida.
El resto de la película se dedica a relatar las dificultades por las que tiene que pasar Tommaso, nombrado nuevo heredero del negocio familiar, para ocultar su homosexualidad por miedo a una repercusión tan grave como tuvo la de su hermano. Estos son los momentos de mayor comicidad, pero también de redundancia dramática, haciendo que la película no se vuelva a recobrar hasta que no entra en juego el personaje de la abuela paterna, con su propio secreto por confesar. Al fin y al cabo, los culebrones (y nada indica que 'Tengo algo que deciros' no lo sea) como funcionan es alternando sus revelaciones y construcciones de secretos que, normalmente, sólo importan a los implicados.
A favor: Algunas ideas de puesta en escena, aunque escasas, son bellas y efectivas.
En contra: La insufrible y repetida secuencia de la novia y la pistola.