Críticas
2,0
Pasable
Atraco por duplicado

Una cuchilla, dos cuchillas

por Gonzalo de Pedro

Fíjense en las maquinillas de afeitar. No en las eléctricas, sino en las manuales: ¿hancambiado algo en los últimos veinte años? Dejando de lado el diseño espacial y losanuncios futuristas, siguen siendo exactamente lo mismo, y la única innovación que lasmarcas presentan temporada tras temporada es, simplemente, añadirle una cuchillamás para incrementar las ventas y hacer creer al consumidor que está comprando larevolución definitiva. Una cuchilla, dos, tres, y ahora cuatro. Esta película sigue la mismaley del mínimo esfuerzo: un atraco, dos, tres, para convertir el clásico atraco perfectoen un producto aparentemente nuevo. Es obvio que los guionistas de la imprescindible'Resacón en Las Vegas', y también de la prescindible 'Resacón 2. Ahora en Tailandia',no se encontraban en su mejor momento cuando escribieron una película que arrancacomo una competición entre dos estilos irreconciliables de atraco, uno minucioso y otroatolondrado, y termina derivando en una versión superficial del clásico "whodunit", como siAgatha Christie se quitara la seriedad victoriana para lanzarse al fango de la comedia desaldo.

Más allá de algún momento acertado, y especialmente, más allá de un personajeprotagonista con rasgos de brillantez neurótica, la película avanza a salto de flash-backintentando reconstruir un asesinato producido en el doble atraco al banco, sin que elespectador se sienta especialmente interesado por una trama que no detona, como sí lohacía en la ya mencionada (y añorada) 'Resacón en Las Vegas' los caminos subversivos ydelirantes del humor. Poco importa que la película avance a golpe de tópico, poco importaque el remate sea, no solo otro tópico sino también una pequeña trampa de guión, lorealmente descorazonador es comprobar cuántas posibilidades sin desarrollar (brotesverdes, dirían algunos) albergaba el punto de partida. Quedémonos, al menos, con unapregunta: ¿por qué florecen de nuevo las películas de atracos a bancos? Que respondaLehman Brothers.

A favor: Que nos proponga tres maneras distintas de atracar un banco

En contra: Que desactive sus propuestas más gamberras en favor de una comedia singarra