El "fake" de Joachim Phoenix
por Pilar CuestaJoaquin Phoenix está harto de ser Joaquin Phoenix y un día informa a la opinión pública de que abandona la interpretación y de que su nueva apuesta será forjarse una nueva carrera como cantante de hip hop. Decide, de paso, reírse de todo y de sí mismo documentando el proceso: dejar de ser Joaquin Phoenix para empezar a ser J. P. y que su colega Casey Affleck lo registre todo como realizador.
En el trayecto, J. P. no pondrá límites y mostrará sus desequilibrios, sus ridículos públicos, sus adicciones, su descuidado cuerpo, su crueldad, ira y sufrimiento... y despotricará como un niño grande cuando las cosas empiecen a tomar un camino que no le gusta, con los medios de comunicación acusándole de "fake". En el camino salen a relucir no solo sus vergüenzas, sino unas cuantas de cómo funciona el circo mediático. "Fake" o no "fake", ombliguismo y escándalo más o menos consciente... ‘I'm Still Here' revela mucha valentía tras su mala baba y logra incomodarnos dejándonos unas cuantas reflexiones para rumiar.
A favor: La hiperexposición de Phoenix, bailando constantemente en un ambiguo límite a caballo entre el delirio y la clarividencia; su participación en ‘El show de David Letterman'.
En contra: Aquellos segmentos más verborreicos, y reiterativos, pueden generar cierto agotamiento; su final es excesivamente afectado.