Sobre el silencio en Irán
por Rodolfo SánchezDesde que comenzara su carrera a finales de los años ochenta, el cineasta iraní Mohsen Makhmalbaf ha ido película a película consolidándose como una de las voces más poderosas del cine actual.
Aunque irregular, su obra posee coherencia y unidad a día de hoy, y, sobre todo, presenta a un director de elaborada y cuidada puesta en escena a la vez que unas claras consideraciones políticas y sociales. El silencio, de apenas ochenta minutos de duración, es quizá una de sus propuestas menos aclamadas aunque presente la suficiente calidad visual y narrativa para poder considerarla como una gran película. Modélica en su tratamiento de la imagen y del sonido (y del silencio, como indica su nombre), la película nos introduce en un drama familiar mediante un tratamiento humano y delicado, sin caer en grandes dramatismos, atendiendo a los sucesos, a los personajes, y mostrando una situación social dura. Makhmalbaf no busca la lágrima fácil, tampoco emocionar más allá de lo que transmite la historia. Sin énfasis, sin subrayados. Una mirada limpia y clara a la realidad que reclama que el espectador, exento de prejuicios, entre de lleno en la propuesta para, después, sacar sus conclusiones.
A favor: El trabajo visual de Makhmalbaf.
En contra: Que sea rechazada por “aburrida”:..