Críticas
2,0
Pasable
Grandes esperanzas

Literalidad sin pasión

por Daniel de Partearroyo

Con motivo del 200 aniversario del nacimiento de Charles Dickens, celebrado el año pasado, no faltaron nuevas adaptaciones de su obra con las que sumarse al recuerdo festivo del genial escritor. Curiosamente, los dos mayores esfuerzos del audiovisual británico se fijaron en una de sus últimas creaciones, la novela 'Grandes esperanzas', publicada entre 1860 y 1861 en el semanal 'All the Year Round'. La BBC produjo una miniserie para televisión dirigida por Brian Kirk con Ray Winstone y Gillian Anderson como protagonistas, mientras que desde su división cinematográfica BBC Films comandó esta nueva adaptación dirigida por Mike Newell y con guión de David Nicholls ('Un chico listo', 2006).

Desde las primeras imágenes, se nota que el mayor interés de Newell es mantenerse lo más fiel posible al original literario de Dickens. Respetuoso tanto con el autor como con sus propios predecesores en la materia, no olvida pequeños guiños a la versión canónica de David Lean ('Cadenas rotas', 1946), ante la que se empequeñece y, en última instancia, se muestra incapaz de aportar decisiones propias que justifiquen la existencia de la nueva adaptación. Muy lejos queda la interesante traslación de la historia del Londres de principios del siglo XIX a la Nueva York de finales del XX que realizó Alfonso Cuarón, junto a David Mamet al guión, en 'Grandes esperanzas' (1998). En la película de Newell, el principal aliciente además de la transcripción rutinaria del texto intocable parece ser acercar el relato de aprendizaje y crítica social de Dickens a un público joven y contemporáneo con un nuevo reparto de actores conocidos para los papeles principales.

Así, Jeremy Irvine interpreta al protagonista Pip, un huérfano cuya vida quedará condicionada por el contacto con dos adultos al límite procedentes de los dos extremos sociales contrapuestos de la Inglaterra georgiana: el criminal fugado Magwitch, encarnado por Ralph Fiennes, y la excéntrica millonaria Miss Havisham, por Helena Bonham Carter —con una caracterización que parece transplantada de una película gótica de Tim Burton y quizás sea el mayor acierto de casting del proyecto—. Holliday Grainger —la actriz de moda para interpretar a jóvenes "de época", vista recientemente en 'Jane Eyre' (Cary Fukunaga , 2011), 'Bel Ami, historia de un seductor' (Declan Donnellan & Nick Ormerod, 2012), 'Anna Karenina' (Joe Wright, 2012) y la serie 'Los Borgia' (2011-2012)— es Estella, la hija adoptiva de Miss Havisham y obsesión amorosa de Pip. Resulta frustrante que la lavada pasión academicista con la que se pone en imágenes la historia también contagie la tormentosa relación entre los dos jóvenes, carente de la chispa y emoción que sólo podemos suponerles.

Como las obras de teatro escolares que replican con humilde respeto el texto abordado, la 'Grandes esperanzas' de Mike Newell tendrá el dudoso mérito de ser una eficiente y veraz fuente a la que millones de estudiantes podrán acudir en el futuro cuando quieran evadir la lectura del clásico de Dickens. Eso sí, dudo que tenga el mismo impulso para nuevos lectores que la versión de Lean sí lograba despertar a través de sus imágenes.

A favor: El trabajo de algunos intérpretes, especialmente Jason Flemyng y Helena Bonham Carter.

En contra: La falta de garra o aportación personal a la hora de contar una historia tan conocida.