Críticas
3,0
Entretenida
Retornados (The Returned)

Mi vida como un zombie

por Gerard Casau

De un tiempo a esta parte, las películas de terror que tratan con la figura del muerto viviente se han convertido en legión, en curiosa mimesis de la actitud del zombi: una amenaza que empieza silenciosa y solitaria para ir sumando cuerpos poco a poco, hasta devenir una masa de carne corrupta y devoradora de la que, como espectador, resulta imposible escapar. Pese a esta proliferación, el escenario que presentan estos filmes suele dividirse en dos categorías. O bien muestran el inicio de la epidemia zombi o, por el contrario, se sitúan en un momento en que el Apocalipsis es total y la diezmada población a duras penas resiste el asedio de los revenants. Se trata, en pocas palabras, del arco que media entre La noche de los muertos vivientesEl día de los muertos, dos piezas seminales de George A. Romero.

En Retornados, Manuel Carballo parece ser muy consciente de la historia del género. Esa es la razón, seguramente, de que el filme empiece con un feroz prólogo que apunta a las manifestaciones más contemporáneas del zombi, de 28 días después...[Rec] para, más adelante, incluir un explícito guiño a El ejercito de los hombres sin alma de Victor Halperin, clásico ejemplo del zombi cinematográfico pre-Romero. Se trata de dos citas que no hacen sino reforzar la valía del filme, en tanto que plantea una estimulante variación del cine de muertos vivientes. Porque Retornados crea un universo donde la catástrofe zombi tuvo lugar décadas atrás, logrando ser controlada gracias a la creación de una vacuna que permite sanar a los infectados. Estos, sin embargo, quedan condenados a una vida de enfermos crónicos, que deben inyectarse diariamente su medicación si no quieren que el virus zombi vuelva a aflorar de forma irreversible.

Al definir con el concepto de “retornado” a aquellas personas que han han regresado al mundo de los vivos, Carballo y el guionista Hatem Khraiche se introducen sin tapujos en el comentario social, plasmando de forma convincente el miedo y el rechazo de la población hacia aquellos que portan la muerte en el interior de su cuerpo. De hecho, Retornados no es tanto un filme de terror como un thriller dramático en el que, a la manera de la serie Black Mirror, el significado del relato nos llega a través de la incidencia de un contexto distópico en la vida íntima de unos pocos personajes (en este caso, un “retornado” y su pareja, una doctora que ve cómo los fondos para investigar la cura de la enfermedad empiezan a mermar de forma alarmante). El resultado es una de las apuestas más apreciables surgidas de la factoría Filmax en los últimos tiempos.

Lo mejor: La convincente manera en que el filme define y explora su planteamiento

Lo peor: Un desenlace algo retorcido, que no casa con el resto de la historia