Críticas
4,0
Muy buena
Todas las mañanas del mundo

Mueve la música

por Bibi Ramos

Basada en la novela homónima del francés Pascal Quignard, su paisano Alain Corneau (El soplón, Crime d'amour) adaptó a la gran pantalla a principios de los noventa Todas las mañanas del mundo. Esta recibió una notable acogida entre crítica y público, así como en algunos festivales internacionales, llegando a estar nominada al Globo de Oro como Mejor Película Extranjera.

Partiendo de la biografía del célebre maestro de viola de gamba, el señor de Saint Colombe, un virtuoso instrumentista a la par que melancólico viudo, la película se centra en las enseñanzas de este a un joven aprendiz de músico que resaltará porteriormente en la corte de Luis XIV, Marin Marais, que a su vez mantiene una relación con la hija del veterano gambista. En su juventud, Cornau tuvo formación musical y se nota el apasionamiento con que desarrolla este filme donde la música y las magistrales ejecuciones del barcelonés Jordi Savall poseen una fuerza trascendental donde el arte se eleva como un motor de vida y sublimación. Todos los aspectos técnicos de la película están minuciosamente cuidados y resulta brillante la ambientación escénica barroca. Las interpretaciones resultan también sobresalientes.

A favor: La casi perfecta armonía del conjunto y el estado de disfrute que a uno le invade.

En contra: Nada.