Críticas
2,0
Pasable
The Collection

Un segundo fascículo para abandonar la colección

por Daniel de Partearroyo

Marcus Dunstan y Patrick Melton empezaron su carrera cinematográfica con el guión de 'Feast' (John Gulager, 2005) y sus dos secuelas. Allí demostraron un desparpajo de lo más gamberro y cervecero antes de pasar a dedicarse a manufacturar entregas de la saga 'Saw' con el mismo mimo y diversidad que un maestro churrero insomne: de 'Saw IV' a 'Saw VII 3D', cuatro en tres años. Una vez que las enrevesadas torturas maquinales de Jigsaw llegaron a su aparente fin (se rumorea que Lionsgate planea una nueva secuela), ni cortos ni perezosos Dunstan y Melton se sacaron de la chistera 'The Collector' (Marcus Dunstan, 2009), un concepto exploit que dio buen resultado como alternativa para mantener el interés cada vez más diluido hacia el torture porn. Su enfrentamiento de un ladrón (Josh Stewart) contra un psicópata sádico, misterioso y aficionado a las trampas rebuscadas dio lugar a una película terrorífica, absorbente, visual y muy disfrutable en sus momentos de slapstick gore.

En la secuela inmediata, 'The Collection', reencontramos a Stewart como protagonista. Ha conseguido escapar de las garras del peligroso Coleccionista, pero en una maniobra directamente inspirada en 'Aliens' se ve obligado a volver a su guarida para guiar a un grupo de mercenarios con el encargo de rescatar a una de sus últimas víctimas, si es que sigue viva. Aunque la excusa argumental de la primera película era mínima, unida a la contención espacial y conceptual ayudaba a potenciar la extrañeza y la sensación de indefensión ante un Mal tan cruel como inexplicable. En esta segunda parte, al intentar ampliar la mitología del antagonista enmascarado lo único que consiguen es dar palos de ciego en mil direcciones (el Coleccionista experimenta a lo 'Hostel' con algunas víctimas, a otras simplemente las encierra y martiriza, a otra las convierte en una especie de zombies sin voluntad y hasta tiene un museo de los horrores con cadáveres humanos recombinados con forma de insectos), sin decantarse realmente por ninguna y cayendo en una sucesión repetitiva de barbaridades truculentas con poca imaginación o brío.

El diseño de producción atrapa durante la parte central de la historia, aunque se apoye demasiado en clichés visuales bastante repetidos como la imaginería de maniquíes, insectos y disecciones anatómicas. Pero todavía sostiene a duras penas una apariencia de giallo embrutecido sin ningún interés por la lógica o la verosimilitud. Es a medida de recalcar esos mismos elementos machaconamente, sin nada más que añadir o siquiera intentarlo (la secuencia de impacto inicial en la discoteca es el ejemplo perfecto de desidia argumental llevada a su máximo hemoglobínico), cuando 'The Collection' cansa, satura y tanta casquería incompetente hace añorar la ensalada de desbarres cartoon aplicados a la carne humana que distinguía a su antecesora.

A favor: El tramo central, casi una sucesión anarrativa de viñetas con sufrimiento y truculencia.

En contra: Un final que crece en ridiculez a la vez que aumenta su cámara lenta.