Descíframe si puedes
por Suso AiraConviven en este excelente, incluso a ratos brillante, trabajo tres películas distintas pero complementarias. Tres géneros también, en el fondo tres piezas clave para tratar de descifrar el misterio principal: Alan Turing. El ser humano, su interior y sentimientos, acaso su alma, es algo que somos incapaces de descifrar. No existen máquinas ni leyes matemáticas capaces de averiguar lo que piensa el otro, lo que siente y esconde en su interior.
El enigma Alan Turing (o el enigma que el resto del mundo era para este atormentado genio de los códigos) es el macguffin insondable que se nos presenta en tres actos correspondientes a las tres etapas más importantes de su vida. El primero de ellos es el del autoconocimiento (su homosexualidad, la explosión de su talento) y está mostrado con el tono y el estilo de esa larga tradición británica de la languidez colegial y universitaria presente en films como Otro país, Maurice o Retorno a Brideshead. El segundo acto es eminentemente hitchcockiano (el que va de Enviado especial y Sabotaje a Cortina rasgada) y se centra en el juego intelectual (y de suspense) para lograr descifrar el código nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Altamente adictivo (y ya tiene mérito conseguirlo a base de unos matemáticos encerrados en unas oficinas), este segmento perfila lo que acabará siendo Turing: un falso culpable, figura capital e icónica en el corpus hitchcockiano. Incluso el papel de las mujeres es muy típico del extraño hacer del autor de Vértigo, y la capacidad de observar a ese grupo creando a Enigma no anda alejada de La ventana indiscreta.
Todo culmina en el tercer y final acto, ya directamente de terror, de pesadilla (humana, social y política) que vendría a ser como si a la sosa Una mente maravillosa la hubiera rodado el David Cronenberg de Spider. ¿Lograremos encajar las piezas y abrir esa caja cerrada que fue Alan Turing? Eso queda para ustedes, lectores y espero que espectadores del film. Hay algo que les va a ayudar: la sobrenatural interpretación de Benedict Cumberbatch. Si hubiera justicia este año debería llevarse todos los premios habidos y por haber.
A favor: un Cumberbatch en estado de gracia sin necesidad de ser numerero.
En contra: sigue escamoteando datos sobre varios personajes importantes.