Crítica de SensaCine.com para La suerte en tus manos: Partida perdida

Un hombre de mediana edad recién separado ha tomado la decisión de hacerse la vasectomía. También juega al póquer y piensa que las rachas de mala y buena suerte están relacionadas con el azar, de modo que su propia vida se convertiría en una partida marcada por las cartas que cada uno tiene sobre la mesa y que debe aprender a saber gestionar, con un poco de cabeza y otro de poco de suerte. Es curioso comprobar cómo el director Daniel Burman se empeña en definir a su personaje principal, Uriel (interpretado por el cantante Jorge Drexler) y de revestirlo de una serie de características muy concretas. Y sobre todo es curioso que así sea puesto que, a medida que avanza la trama, estas marcaciones del personaje dejan de tener un sentido preciso y se convierten en meros añadidos circunstanciales que no nos llevan a ninguna parte. No siempre fue así. Hubo un tiempo en el que Burman fue un excelente guionista y creador de personajes, cuya máxima virtud radicaba en la riqueza de matices, en la complejidad psicológica, en su capacidad metafórica, en la habilidad para saber irradiar grandeza a partir de pequeñas acciones cotidianas que nos proporcionaban la oportunidad de conocer mejor el mundo que nos rodeaba. El cine de Burman, sin llegar a ser denso, sí que era reflexivo, maduro e inteligente. Sin embargo, en los últimos tiempos el director ha decidido refugiarse en películas de decidida vocación comercial, mucho más ligeras y, en este caso, de un alcance tan insustancial que casi provocan vergüenza ajena.

'La suerte en tus manos' está configurada a modo de comedia romántica a partir de la recurrente excusa de "la segunda oportunidad". Uriel se reencontrará con un antiguo amor de juventud, Gloria (una eficaz, como siempre, Valeria Bertuccelli) y ambos tendrán la ocasión de rehacer sus vidas. Sin embargo, el romance en la mediana edad ya no resulta tan fácil e idílico como en los viejos tiempos. Cada uno arrastra sus pasadas experiencias, sus fobias y sus recelos, sus incertidumbres y sus miedos. Tanto Uriel como Gloria tienen sus espacios y sus vidas, y tendrán que renunciar a sus respectivas parcelas si quieren que uno pueda entrar en la vida del otro. Desde ese prisma, Burman podría haber construido una interesante película sobre el choque amoroso de dos personajes desubicados e inmaduros que buscan su lugar en el mundo. Pero la realidad es que 'La suerte en sus manos' termina convirtiéndose en una comedia demasiado ligera e intracesdental, forzada en las situaciones inverosímiles que plantea, en la que no existe ningún tipo de química entre la pareja protagonista, y que está repleta de diálogos discursivos y agotadores que no llegan a ningún sitio, cargada de tópicos y de lugares comunes y culminada con un final que bordea el ridículo. Una partida perdida para un director que parece haber perdido el rumbo, al igual que su personaje, de lo que quiere hacer con su carrera: mentir al espectador o ser sincero y hacer brotar lo que lleva dentro.

Lo mejor: Valeria Bertuccelli.

Lo peor: Que el personaje que interpreta Jorge Drexler sea tan antipático.