Juego de manos 'gore'
por Diana AlbizuAunque fue a lo largo de la primera década del siglo XXI cuando se empezó a popularizar la incorrecta idea de la llamada Edad de Oro de las series de televisión norteamericana y la superioridad frente al cine en la producción de tramas originales y adultas, dicha falacia que restringe tan dramáticamente la creación de ficción televisiva a un periodo temporal tan concreto puede ser desmentida con ejemplos anteriores de series más habilidosas manejando ciertos temas explotados por el cine. Es lo que ocurre con 'El diablo metió la mano', una suerte de comedia teen, stoner y gore que juega con los arquetipos del cine de terror con destellos de autoconsciencia pop muy similares a los ejercitados en 'Buffy, la cazavampiros' (serie con la que comparte al actor Seth Green como secundario).
Pero la película dirigida por Rodman Flender y con guión de Terrig Hughes y Ron Milbauer, de hora y media de duración, está en todo momento por debajo de lo conseguido por la serie creada por Joss Whedon en episodios de 40 minutos. No es que el desenfreno adolescente de ver a un chaval lidiar con el hecho de que un demonio ha poseido su mano derecha y, en consecuencia, lo ha convertido en un psycho-killer involuntario no tenga gracia, pues hay momentos de auténtica hilaridad (sobre todo mientras el protagonista intenta seguir con su vida cotidiana pese a la situación), pero el estiramiento de la idea resulta esquemático y previsible cuando la mano se separa del cuerpo e inicia su particular serie de aventuras sangrientas.
A favor: La desvergüenza en cuanto a chistes gore y sexuales.
En contra: Es tan fácil de ver como de olvidar.