Críticas
0,5
Pésima
El Gurú, una incontrolable tentación

Eddie Murphy terminal

por Nestor Hidalgo

Se puede decir que fue a mediados de los 90 cuando la carrera de Eddie Murphy comenzó a dar muestras de claro decaimiento y predisposición a asomarse a un precipicio por el que se terminaría despeñando un lustro después. 'El gurú, una incontrolable tentación' marca uno de dichos momentos. La película intenta ser una especie de sátira sobre la teletienda y la charlatanería catódica con Murphy dando vida a un pseudo-gurú descubierto por casualidad por dos ejecutivos de televisión (Jeff Goldblum y Kelly Preston en las dos actuaciones más incómodas de sus respectivas carreras) que termina convirtiéndose en una gran figura mediática.

Los responsables creativos del film, procedentes de la escuela Disney, como el guionista Tom Schulman ('Cariño, he encogido a los niños') y el director Stephen Herek ('101 dálmatas (Más vivos que nunca)') parecen incapaces de sacar punta o una mínima chispa al argumento satírico, mientras que el habitual descontrol cargante de Murphy alcanza nuevas cotas de irritabilidad al interpretar a un personaje excesivo y desmesurado. El problema es que ni siquiera los fans del actor podrán encontrar entretenida una película que naufraga en la propia simpleza de su crítica de las creencias ciegas e irracionales.

A favor: El propio Eddie Murphy la considera una de sus películas más lamentables.

En contra: Es una pena ver a Kelly Preston metida en estos fregaos.