Crítica de SensaCine.com para Más allá de las colinas: Yo confieso

Escribía Claude Chabrol, con motivo del cine de Alfred Hitchcock, que a menudo las intrigas pasaban por la cabeza de los protagonistas antes que por la propia acción. El director de 'El carnicero' afirmaba que quizá el asesinato de 'La ventana indiscreta' terminaba por concretarse por el DESEO del fotógrafo interpretado por James Stewart de que pasase algo; o que poco importaba si el vaso de leche de 'Sospecha' estaba envenenado o no, pues lo que realmente contaba es que la protagonista PENSABA que sí lo estaba. Incluso, se podría señalar al hombre común de 'Con la muerte en los talones', que a base de que los demás CREEN que él es un espía inexistente, termina por adoptar esa segunda identidad.

Podemos pensar en 'Más allá de las colinas' en términos similares. La película de Cristian Mungiu se instala en un convento rupestre, en el que un grupo de monjas recibe la visita de la amiga de una de ellas. La forastera no encaja en el mundo, de normas marcadas, del convento y su extraño comportamiento pronto comienza a levantar las sospechas de las hermanas. Todo esto transcurre bajo la mirada de la amiga, personaje que se sitúa a medio camino, entre el deseo de proteger a su amiga y el ánimo de mantener el orden en el convento.

Como ya hizo en 'Cuatro meses, tres semanas y dos días', Mungiu pone el dedo en lo truculento, especialmente en el momento en que, mientras la forastera está en el hospital, el cineasta sitúa en primer término del cuadro a un paciente sin piernas ni brazos. El grueso del filme transcurre, sin embargo, entre planos y acciones largas y que reflejan una cierta cotidianidad. La película se sitúa entre el tono realista y el flirteo con los códigos del género, pues poco a poco va arraigando entre las hermanas la IDEA de que la chica que las está visitando PUEDE estar poseída. Mungiu construye el relato a través del fuera de campo y de los puntos de vista, se aferra a la figura de la monja amiga de la forastera, que ni ve ni oye nada extraño, pero que sí debe escuchar las teorías que van arraigando en sus compañeras de convento. De ritmo pausado y con una trama que se toma su tiempo para arrancar, 'Más allá de las colinas' cuece a fuego lento su tesis, la de cómo el mal pasa primero por la mente.

A favor: Su trabajo sobre el fuera de campo y su combinación entre realismo y género.

En contra: Que Mungiu insista en poner el dedo en la llaga.