Críticas
4,0
Muy buena
Big Hero 6

Ponga un Baymax en su vida

por Alejandro G.Calvo

Fusión, esa es la clave. La acumulación de conceptos, en apariencia, difícilmente miscibles que, sin embargo, en manos de las cabezas pensantes de Disney (casi) siempre acaba llegando a buen puerto. Fíjense sino en el argumento de esta gran gema animada de último cuño: en un mundo futuro, Oriente y Occidente se han fusionado en un hábitat donde la tecnología nipona convive en armonía con las románticas viviendas de San Francisco -por algo la acción se desarrolla en una megalópolis de nombre “San Fransokyo”-. En ella un puñado de nerds que bien valdrían para protagonizar una sitcom -normal que en el cast doblador hayan puesto al gran T.J. Miller (Sillicon Valley) como el freak fanático de los cómics que acaba vistiéndose de dragón mutante- son capaces de crear todo tipo de cachivaches sci-fi para armarse como nuevos Vengadores en contra del súpervillano de turno. Si además sumamos un entrañable robot de última generación que igual cura un resfriado, que da calor humano (emocional y térmico), que combate cual Visión empática al mal, ya tenemos todo un hit para el fin de año animado.

Ahí están los elementos, todos perfectamente revueltos y del que los realizadores Don Hall y Chris Williams -artistas de Disney que vienen desde los tiempos de Tarzán (1999) y El emperador y sus locuras (2000)- saben extraer el mejor jugo posible: la fenomenología del anime -robots futuristas, villano con máscara kabuki-, la espectacularización del gesto prototípica de Marvel -elaboradas set-pieces de acción, pasión por el fandom superheroico- y la emotividad y simpatía del producto Disney -tanto por la parte dramática como por la cómica-. Y como John Lasseter sigue al mando de todo lo que ocurre en Disney Animation también es ineludible ver la marca Pixar entre las costuras de la misma: Baymax está cerca de ser un nuevo Wall-E (2008) y el grupo de chavales podrían protagonizar un crossover con la familia protagonista de Los increíbles (2004).

De dicha marvelización del corpus creativo de Disney acaba surgiendo una película fantástica a todos los niveles. Con gags que harían aplaudir a Charles Chaplin -el del celo y la posterior borrecharera de Baymax, es absolutamente brillante- y un par de secuencias que son pura action movie -la persecución por las calles de San Fransokyo y la batalla final-, Big Hero 6 acaba por convertirse en un disfrute empírico en toda regla. Así, que vengan muchas más.

A favor: Baymax y la cuadratura del calzoncillo de Fred.

En contra: Ay, esas canciones...