Críticas
3,0
Entretenida
El verano de May

Desorientación multicultural

por Paula Arantzazu Ruiz

La cineasta Cherien Dabis nos enseñó en Amerrika (2009) las dificultades con las que se topa una mujer palestina que migra a Estados Unidos y en El verano de May se atreve a realizar el viaje de vuelta de Nueva York a Jordania para explicarnos otra encrucijada intercultural que de nuevo tiene a la familia y la identidad en el corazón del relato. El acontecimiento que provoca las tensiones entre la protagonista, interpretada por la propia Dabis, y su entorno es su boda con un profesor universitario de origen musulmán; un detalle que no ha sido pasado por alto por su madre, cristiana reconvertida que, por otra parte, tampoco acaba de asumir que su ex marido se haya casado con otra mujer quien, como es de esperar, pretende acudir a los festejos acompañado de su nueva esposa, de origen hindú.

Así las cosas, el festín intercultural está servido, aunque Dabis plantea esa mezcolanza de identidades como un reto dramático y no como una celebración de los intercambios culturales en este mundo global que nos ha tocado vivir, y desde el primer minuto, en que la protagonista aterriza en Jordania, cada secuencia se plantea en términos de rifirrafes familiares en sordina. El resultado toma el tono de filme algo apesadumbrado, que intenta reflejar la desorientación de la protagonista en un mundo en el que es difícil encontrar sólidos asideros, y que a la postre se revela como una mirada intimísima no sólo al día a día de una región sobre la que sobrevuela la amenaza constante de la guerra (tal y como se nos revela en la escena de la despedida de soltera de la protagonista en un balneario del Mar muerto) sino también sobre lo sentimientos encontrados y los sucesivos dilemas identitarios que se cuestionan aquellos que dejaron atrás su país natal y sus raíces.

Dabies logra escenificar en pantalla estos interrogantes sin sentimentalismos, aunque quizá uno eche en falta un poco más de alegría en medio de tanto escollo emocional. No obstante, el principal problema del relato se encuentra en la propia confusión que sufre la protagonista, cuyos motivos para dudar de su futuro matrimonio se muestran esquivos al espectador durante toda la película; un detalle que provoca que, en última instancia, la veamos como un personaje algo hierático y con el que cuesta simpatizar.

A favor: Su nula condescendencia.

En contra: Que desconozcamos algunas de las razones de la confusión de la protagonista.