Críticas
2,5
Regular
Colosio, el asesinato

Colosio (Caso abierto)

por Mario Santiago

En materia cinematográfica, el thriller, la política y la Historia siempre han combinado bien. Además, este trío de factores ha demostrado, a lo largo de la historia del cine, poseer una sorprendente flexibilidad a la hora de amoldarse a diferentes tonos y aspiraciones. Así, por ejemplo, existe un abismo entre la frialdad clínica de thrillers como Todos los hombres del presidente (sobre el caso Watergate) o Bloody Sunday (sobre el Domingo Sangriento de Irlanda del Norte), la emotividad desatada de un film como 'Buenos días, noche' (sobre el secuestro de Aldo Moro), y la épica intimista de '13 días' (sobre la crisis de los misiles en Cuba). Esta heterogénea lista de títulos, que nos da la medida de las posibilidades expresivas del thriller político, sirve para intentar describir 'Colosio, el asesinato', una película de aspecto humilde que, en su interés por retratar las múltiples caras de una cruda realidad histórica, termina reivindicándose como un thriller político total.

¿A qué me refiero cuando apelo a la "totalidad" de Colosio, el asesinato? Pues al interés de Carlos Bolado, director del film, por exprimir todas las posibilidades del thriller a la hora de rastrear la verdad tras la muerte de Luis Donaldo Colosio Murrieta, asesinado el 23 de marzo de 1994 en Tijuana mientras hacía campaña como candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI). En su afán por no dejar ningún cabo suelto, el film amontona personajes para incluir en la trama dos investigaciones policiales (una oficial y otra secreta), una indagación periodística, una crónica política y un drama familiar, todo correctamente entremezclado. Por momentos, algunos personajes pecan de un cierto maniqueísmo (sobre todo entre los políticos), pero el buen trabajo de los actores –a destacar un maquiavélico Daniel Giménez Cacho– evita el naufragio de la nave. Así, mediante una narración sin núcleo aparente y con un interesante uso del montaje entrecortado, la película consigue mantener la atención del espectador mientras enreda y desenreda a placer la madeja de la verdad.

En cierto sentido, y ahondando en la naturaleza “total” de este thriller político, el referente más directo del film es seguramente JFK (Caso abierto), la majestuosa oda conspirativa de Oliver Stone, en la que cada detalle del asesinato de Kennedy se convertía en una línea de fuga a partir de la cual rastrear los intereses cruzados que azotaban a la Norteamérica de la Guerra Fría. De un modo similar –aunque sin llegar a la exuberancia plástica y el virtuosismo narrativo de Stone–, Bolado pone toda la carne en el asador para desvelar las corruptelas que azotan un país golpeado por el narcotráfico y la corrupción política. Mitad radiografía analítica, mitad exorcismo histórico, 'Colosio, el asesinato' invoca con una urgencia inusual la necesidad de pasar cuentas con un pasado histórico turbio y traumático.

A favor: La habilidad con la que el film va engarzando todos sus hilos narrativos.

En contra: La utilización del drama familiar como válvula de escape contra la (interesante) aspereza del relato.