Críticas
3,5
Buena
Fast & Furious 9

'Fast & Furious 9'. Escenas de acción imposibles y tíos cachas zurrándose: el entretenimiento veraniego perfecto

por Alejandro G.Calvo

La saga de Fast & Furious cumple este año, con su novena entrega Fast & Furious 9, los 20 años. Dos décadas de escenas de acción imposibles y tíos cachas zurrándose, que sigue siendo el entretenimiento perfecto para el verano.

Y además, este año tan especial la película quiere convertirse en la excusa definitiva para arrancar a la gente de su confinamiento y arrastrarla a los cines. De hecho el estreno de la película será este año en el Festival de Cannes, aunque en EEUU y en España se ha estrenado antes.

La novena película de la saga, vuelve a estar dirigida por el director de origen taiwanés Justin Lin, que ya ha estado al frente de otras cuatro películas de la serie y es el auténtico responsable de convertir Fast & Furious en una saga de éxito. Cuando él llegó, en la terera entrega asumieron su nombre actual- antes se llamaban a A todo Gas- y fue él quien las convirtió en unas action movies definitivas con momentos de acción geniales y muy disfrutables. Esta novena entrega es además un llamamiento a la famila, y a las amistades de las que la película quieren hacer al espectador también partícipe.

¿Cómo hemos llegado a la novena película?

Vamos a repasar los ocho títulos de la saga que nos han trañido hasta aquí: En 2001 empezó con The Fast and the Furious (A Todo Gas), dirigida por Rob Cohen,; en 2003 llegaría 2 Fast 2 Furius, A Todo Gas 2, que la dirigió John Singleton y seguía la trama de la primera; En 2006 llegó la versión en Asia, The Fast and the Furious Tokio Drift la primera de Justin Lin, era una película básicamente japonesa que se considera un Spinof y que a la vez es canon. Tiene unos fans muy potentes hoy, a pesar de que en su día eran todo detractores;  En 2009 llegó Fast&Furious: Aún más rápido dirigida por Justin Lin y a partir de ahí empiezan las actions movies de tono noventero. En 2011, Fast & Furious 5 una de mis favoritas, también con Justin Lin, una peli bastante chula, y en 2013 Fast & Furious 6 de nuevo con Justin Lin.

En 2015 el director se aleja de la saga y la séptima entrega la dirige James Wan, se titula Fast & Furious 7. En 2017 llegó Fast & Furious 8 (The Fate of the furious, en inglés) dirigida por Gary Gray y es la precedente de esta F9. En 2019, después de los piques entre los actores más o menos resueltos con el tiempo, se estrena el spinof Hobs and Shaw que se llamó Fast &Furious presents Hobbs and Shaw dirigida por David Leitch  que se construía con los personajes de Dwayne JohnsonJason Statham que era un poco regular. Y por fin llegamos a 2021 de nuevo tenemos a Jason Lin al volante, aunque en esta última echamos de menos a Statham y a Dwayne Johnson porque las peleas cuerpo a cuerpo a lo Bud Spencer y Terence Hill ya no son lo mismo.

Nuevos personajes

Para suplir la ausencia de estos dos personajes, introducen a uno nuevo y recuperan a otro que habíamos dado por muerto, pero no: no estaba muerto, estaba de parranda.

Resulta que después de todo estos años, descubrimos que Dominic Toretto tenía un hermano, aunque no nos lo habian dicho nada en 20 años. Jakob Toretto no es nada simpático, y lo encarna John Cena, que es una figura del universo del wrestling (luchador) que es un actor muy simpático haciendo parodias de sí mismo pero aqui no funciona tanto porque su personaje es muy serio, dentro de la locura de la pelicula. Y recuperan también al personaje de Han que había fallecido supuestamente, y que como era un personaje muy querido, podía funcionar muy bien.

Las reglas del juego en Fast & Furious son muy claras: cuanto más loca es la peli, mejor, cuanto más imposibles y desmelenadas sean las escenas de acción, mejor, cuanto más largas sean las secuencias, mejor. La película suele bajar de nivel e intensidad cuando se ponen a hablar, afortunamente hablan poco, y pero eso es precisamente lo que va a ver el espectador cuando se sienta a ver una película como esta, espera poco diálogo y mucha acción desmadrada. 

La novena entrega tiene esta estética de los 90, en la que no es necesario que haya nada detrás porque busca un gran espectáculo arrastrándote con sus imágenes tan divertidas como excitantes, y lo hacen a la perfección. Nos da igual que sean imposibles las escenas de acción, o que sean increíbles porque de eso va la saga: de flipar. Que se sube a un avion en marcha, me lo creo, que hace puenting con una cuerda atada a un coche, me lo creo… Son locuras imposibles que nos las creemos porque queremos y nos lo pasamos muy bien imaginándonos que es cierto.

En la trama tampoco hay mucho que decir es todo puro McGuffin llevado al absurdo y que sirva como semilla para que se desate el ruido de imagen y de sonido, la avalancha imágenes brutales que tratan de tapar la narrativa más hueca de la película en sí. No difiere mucho el resultado de las anteriores películas en sí, aunque sea un poco más floja por el desarrollo de personajes.

Las películas hay que valorarlas en función de sus objetivos y sus aspiraciones, y Fast & Furious aspira a ser un entretenimiento muy veraiego que hará que la gente pase un buen rato sin pararnos a pensar en los conflictos dramáticos.