Críticas
3,0
Entretenida
Plot for Peace (Complot para la paz)

Un misterioso francés para la Historia de Sudáfrica

por Covadonga G. Lahera

En casi todos los ámbitos que acaban teniendo una repercusión pública e histórica notoria, hay figuras (y no solo femeninas) que permanecen en la sombra cuya importancia para auspiciar hitos, encuentros, acuerdos e, incluso, contribuir al desarrollo y ensalzamiento de determinadas personalidades resulta decisiva. Conocemos el rostro de quien sale en primer plano en la foto, pero no solemos reparar apenas en los secundarios del fondo. En ocasiones, porque ni siquiera posaron.

En el año de producción del biopic sobre Nelson Mandela, 'Mandela: Long Walk to Freedom' -que llegará a nuestras pantallas en 2014 y donde reconoceremos al actor Idris Elba (Stringer Bell en 'The Wire') en la piel del líder africano-, nos encontramos también con 'Plot for Peace', documental que indaga precisamente en una de esas figuras del fondo que solía rehuir las fotografías y que resultó determinante no solo para poner fin al apartheid en Sudáfrica, sino para la liberación de Mandela y su nombramiento presidencial posterior. Oculto bajo el pseudónimo de Monsieur Jacques durante los ochenta, Jean-Yves Ollivier sale del anonimato para contar en primera persona su historia, la que le llevó a convertirse en un intermediario clave entre líderes políticos sudafricanos y mandatarios y especialistas occidentales y contribuyendo, a la vez, al restablecimiento de la confianza en un continente donde la violencia y la dictadura habían sido la tónica general durante esa década.

Dirigida a cuatro manos por el madrileño Carlos Agulló, curtido como realizador de cortometrajes y montador, y Mandy Jacobson, impulsora del "African Oral History Archive" -que pretende dar a conocer la historia reciente de África a través del registro audiovisual y la recuperación de documentos-, 'Plot for Peace' asume conscientemente una fórmula popular para llegar a todos los públicos. Para ello, toma los ritmos propios del thriller y dosifica la información para mantenernos  atentos hasta el episodio de encumbramiento de Mandela, aunque por el camino cae a veces en la mera enumeración de datos, nombres, fechas… El interés fundamental de la cinta reside en el que puede suscitar en cada espectador el singular Ollivier, empresario que comenzó con el comercio de cereales hasta llegar a ser considerado agente doble. A través de su persona, recorremos más de una década de Historia reciente de Sudáfrica, con la Guerra Fría vigente. Formalmente, Agulló y Jacobson apuestan por un formato clásico de sucesión de entrevistas entre las que se intercala selecto material de archivo, pudiendo resultar una estructura excesivamente estática, fría y/o repetitiva.

A favor: Su valor testimonial y documental.

En contra: Su tono hagiográfico y la banda sonora acentuadora.