Críticas
3,5
Buena
Mr. Holmes

Una intriga original, y un McKellen de Oscar

por Yago García

Si la memoria es tu mejor arma, ¿qué hacer cuando ésta se desvanece? Y, si has alzado tu vida sobre pilares de lógica, ¿cómo reaccionar cuando éstos comienzan a agrietarse? Seguramente, estas dos preguntas no tienen respuesta posible. Pero, aun así, investigarlos puede merecer la pena: otra cosa es, como descubre el protagonista de Mr. Holmes, que esa pesquisa pueda poner en apuros incluso al mayor detective de todos los tiempos. Especialmente a él, diríase.

Hace 17 años, la colaboración de Ian McKellen y el director Bill Condon en Dioses y monstruos nos ofreció una mirada muy agria a los estragos del tiempo sobre una mente singular. Desde entonces, los avatares del cine han tratado al actor y al cineasta de formas muy diferentes: mientras que McKellen se ha convertido en una improbable estrella de Hollywood pasada ya la edad de la jubilación, Condon amenaza con quedar en los anales como el firmante de las últimas entregas de Crepúsculo. Tal vez por ello, y pese a partir de una pesquisa muy parecida Mr. Holmes se muestra mucho menos rabiosa que su predecesora, y también más resignada. En 1998 tuvimos la historia de un hombre que se negaba a olvidarse a sí mismo, costase lo que costase. Aquí, en cambio, dicho olvido ya ha tenido lugar, y la duda que atenaza es si recordarse merece la pena.

Así las cosas, la película está armada (ya desde su título) en torno a su personaje principal y la interpretación de su protagonista: si no habían apuntado ya a McKellen en sus quinielas para los Oscar, vayan haciéndolo ya mismo. Por otra parte, sería muy injusto olvidar a una Laura Linney sobre quien recae la ingrata tarea de servir de voz a la Normalidad y a un sentido común que prescinde de deducciones. Gracias a estos trabajos, y a una puesta en escena muy funcional, Mr. Holmes resulta un trabajo estimable, apegado tanto a los cánones del drama de época como a la premisa más básica del relato de misterio: que la investigación de la intriga debe interesarnos tanto como su resolución.

A favor: La impresionante interpretación de Ian McKellen.

En contra: No añade nada nuevo al recetario del drama de época.