Críticas
5,0
Obra maestra
Jauja

La mejor película del año

por Violeta Kovacsics

Jauja se ha visto acompañada de un maximalismo. Es la mejor película del año, repiten los críticos. El consenso acarrea inevitablemente una pregunta, la del por qué de tan contundente afirmación. El quinto largometraje de Lisandro Alonso parte de un reto, el que se impone un cineasta que ha trabajado eminentemente sobre los silencios y que se plantea aquí cómo filmar la palabra. Con guión del poeta Fabián Casas, Jauja relata el viaje de un capitán danés que, en la Patagonia del siglo XIX, pierde a su hija, fugada con su amante. En su periplo en busca de su hija, el protagonista va cambiando físicamente: deja atrás su caballo, se va encorvando, cansado, afectado por el espacio rocoso e inmenso que está atravesando.

Jauja traza también un trayecto de lo oral al silencio. En la primera parte de la película predomina el peso de las palabras, que son también físicas, tangibles. Los nativos insisten en que “se habla demasiado” y cuando un soldado cuenta la leyenda del misterioso Zuluaga, otro responde diciendo que eso no son más que “habladurías”. El texto deviene físico, como ocurre en el cine de Dreyer, cuya puesta en escena de la palabra está presente en Jauja, en la que los personajes a menudo declaman, sin mirarse unos a otros.

De la misma manera, el paisaje va imponiendo su protagonismo, su fisicidad, como ocurre en el cine de Werner Herzog. Alonso define perfectamente el trayecto del protagonista a partir de su relación con el espacio: lo filma empequeñecido, desapareciendo entre las montañas rocosas.

En Jauja, Alonso se enfrenta al peso de la palabra, desafía la estética de sus anteriores películas con un plano culminante que está hecho a partir de un croma –el del protagonista, con el cielo estrellado de fondo– y deja que se revele la proximidad entre el cine de John Ford y el de Dreyer. Jauja es una película tan física, tan fascinante y conmovedora en lo estético como reflexiva. Pensarla únicamente en clave de pasado sería un terrible error. De hecho, el filme de Alonso puede evocar tanto a la fallida Interstellar como a la seminal El futuro. Las tres suponen una suerte de viaje, en el tiempo, hacia una cierta abstracción. Como la película de Luis López Carrasco, Jauja propone tanto un trayecto como una búsqueda, de una imagen y de unas formas pasadas, hacia una abstracción tremendamente presente.

A favor: Todo.

En contra: Nada.