Críticas
2,0
Pasable
Los Hollar

Patrón Sundance

por Israel Paredes

El actor John Krasinski debutó en la dirección en 2009 con Entrevistas breves con hombres repulsivos, película tan ambiciosa como fallida a la hora de poner en imágenes los relatos de David Foster Wallace. Ahora, en su segunda película, Los Hollar, rebaja las ambiciones, tanto argumentales como formales, con una propuesta adecuada a los modos del indie más estandarizado.

Porque Los Hollar plantea un relato asentado en una estructura narrativa más o menos conocida, aquella que nos presenta a un personaje sumido en una crisis vital, John (Krasinski), que debe regresar a su hogar debido a un contratiempo. En este caso, muy serio: ha detectado un tumor cerebral a su madre, Sally (Margo Martindale). A su llegada deberá hacer frente a su hermano Ron (Sharito Copley), a su padre Don (Richard Jenkins) e, incluso, a una ex novia, Gwen (Mary Elizabeth Winstead), habiendo dejado en Nueva York a su pareja, Rebecca (Anna Kendrick), con la que espera un hijo. Así, John no solo debe tomar conciencia de la enfermedad de su madre, también de, al reencontrarse con su ciudad natal, reconsiderar el rumbo que está llevando su vida y hallar el camino que quiere seguir. A la par, la problemática de su familia –emocional, económica- surge en un momento de inflexión para ellos dado la enfermedad de su madre.

Así, Krasinski compone una película que se mueve entre la comedia y el drama en una modulación que funciona tan solo de manera intermitente, con un muy buen arranque que, poco a poco, va perdiendo fuerza, en gran medida por la desmedida adecuación a una plantilla indie-Sundance que desde hace tiempo ha conducido a gran parte del considerado cine independiente norteamericano a una estandarización basada en unos tropos argumentales y narrativos que convierten las películas en reiteraciones estilísticas, sujetas a la inventiva e imaginación del director para conseguir llevarlas más allá. No es el caso de Los Hollar, producción que no resulta molesta, es más, se puede ver con cierta comodidad, dado que todo transcurre en los parámetros que pueden esperarse, pero no produce nada diferente a cualquier película comercial que gire alrededor de un planteamiento similar. Es más, ya no hay diferencia, en realidad, entre unas producciones y otras, por mucho que en ocasiones se quiera seguir vendiendo que es así.

Gracias a los actores, Los Hollar posee una cierta personalidad, dado que otorgan a sus personajes de una fuerza por encimad del arquetipo que representan, pero no es suficiente, a la larga, para dar consistencia total a una película adecuada a ese good feel movie que tiene a su final un más que aceptable discurso en su vitalidad y lleno de positivismo, quizá necesario en estos tiempos, pero que resulta insulto dado el planteamiento general.

Lo mejor: Sharito Copley y, después, el resto de actores.

Lo peor: La repetición de esquemas argumentales sin apenas variaciones y la ramplona dirección de Krasinski, tan funcional como plana.