Críticas
3,5
Buena
El corredor del laberinto: Las pruebas

Huida sin aliento

por Paula Arantzazu Ruiz

Como todas las sagas de distopías iniciáticas, la segunda parte de El corredor del laberinto arranca donde la primera finalizaba: cuando Thomas (Dylan O’Brien) y sus amigos logran escapar del laberinto se ven encerrados en un complejo en mitad del desierto sin saber que cada uno de ellos está destinado a acabar en un laboratorio en vez de abrazar la libertad tal y como se les había prometido. De nuevo ejerciendo como líder, el joven y su pequeño equipo de ‘rebeldes’’ consiguen escapar de nuevo sin saber que tras los muros han de hacer frente a ahora a dos peligros inimaginables: un desierto y el ataque de grupos de zombis, cuerpos humanos transformados en muertos vivientes tras haber sido infectados por un virus llamado el ‘destello’.

Los seguidores de la saga comprobarán que en su adaptación a la gran pantalla se han modificado varias subtramas y algunos personajes del libro original de James Dashner, sin embargo Wes Ball, el director de esta entrega así como de la anterior, ha sabido compensar esos cambios con una apuesta total por la acción. Como sucedía en la primera película, en El corredor del laberinto: Las pruebas no hay descanso alguno y la película corre, no podía ser de otra manera, hacia un horizonte desconocido aunque no por ello menos excitante. Cada una de las secuencias del filme está trabajada de manera única y distinta de la anterior -del thriller de terror al survivor a la acción vertiginosa: aquí caben todos los géneros posibles-, y la cinta deja sin aliento al espectador desde el minuto uno. Ball y su equipo saben muy bien cómo alimentar el suspense de la historia y aunque se van desvelando algunas incógnitas acerca de cómo Thomas ha acabado donde está, quedan aún muchísimos interrogantes para su tercera y última entrega. Esta dosificación del misterio, por cierto, diferencia a El corredor del laberinto de otras sagas del mismo rango y, aunque parte del público pueda sentir algo de hartazgo ante este tipo de relatos, vale la pena tirar del hilo para saber por fin quién y porqué introdujo el minotauro dentro de ese laberinto post-apocalíptico y si los jóvenes héroes serán capaz de vencerlo.

A favor: El despliegue de acción en cada una de las secuencias del filme.

En contra: Se echa de menos algo de profundidad en los personajes.