Crítica de SensaCine.com para Man on the Moon: La mejor forma de hacer reír es el silencio

Milos Forman siempre se ha fijado en los inadaptados. Los pacientes del sanatorio de 'Alguien voló sobre el nido del cuco', la excentricidad de Mozart en 'Amadeus', el libertinaje de los amantes de 'Valmont' (adaptación del mismo libro que dio pie a la más famosa 'Las amistades peligrosas' con John Malkovich y Michelle Pfeiffer) y del magnate de la industria pornográfica en 'El escándalo de Larry Flynt', quizás su película más conseguida. Pero es posible que nunca fuera tan lejos como en este curioso biopic de Andy Kaufman, el famoso cómico norteamericano de los años 70.

Porque su Kaufman es siempre un personaje a contracorriente, siempre tratando de engañar a sus personas más cercanas. Haciendo reír al público sin contar chistes (dice "la mejor forma de hacer reír es el silencio") o siempre planteando un reto al espectador, como cuando pide a su realizador televisivo que distorsione a propósito la imagen para que los televidentes piensen que su televisor está averiado. Kaufman siembra incluso dudas sobre su propia muerte, como chiste final, ya que Forman nos dice que su vida, tanto la pública como la privada, fue siempre un espectáculo, como reflejo de lo que es el mundo de nuestros días, siempre enfrentándonos a una pantalla, siempre proyectando una imagen de nosotros mismos.

Destacar especialmente la magistral interpretación de Jim Carrey, posiblemente la mejor de su carrera, ya que supo hacer un papel serio sin renunciar a su carácter histriónico. Conjuga de manera admirable las dos vertientes y demuestra el gran actor que hay detrás de este personaje mediático a menudo tan despreciado por la crítica.

A favor: La actuación de Jim Carrey. Nació para interpretar este papel.

En contra: Que no te guste el humor del Saturday Night Live.