Pájaro herido
por Paula Arantzazu RuizDurante los días que rodean el solsticio de verano, en el norte de Islandia no existen noches. Es un fenómeno de una extrañeza demasiado singular como para pasarla por alto y Rúnar Rúnarsson ha querido exprimirlo al máximo –transformando ese exceso de luz en algo verdaderamente siniestro- en el que es su segundo largometraje, Sparrows, que traducido al español significa gorriones. Dos pájaros eran, por otra parte, los que protagonizaban no sólo el título sino la historia del cortometraje Two Birds (2008), un trabajo de iniciación adolescente desde el que Rúnarsson ha partido para elaborar esta cinta con la que logró la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián de 2015. Otra historia, en suma, de chavales a punto de adentrarse en el violento mundo de los adultos que, además, cuenta con el mismo actor del anterior e impactante corto, Atli Óskar Fjalarsson. Toda una labor de reciclaje.
Sea como fuere, Sparrows amplia miras e historia y se centra en el joven Ari, un chico que se muda a vivir con su padre, a quien no ha visto en años, cuando su madre decide cambiar de país e emigrar con su nuevo novio a África. El padre vive en el norte de Islandia y allí recula el delicado protagonista, de voz prístina y a quien vemos en la primera secuencia de la película cantar en un coro cuyas canciones nos elevan hacia el cielo. El aterrizaje en ese nuevo ambiente no será, sin embargo, suave: Ari tomará tierra en un escenario brutal y donde no parece que hay espacio para la comunicación o la sensibilidad. Así, Rúnarrson sabe hacer uso del acongojante paisaje para transformar ese entorno casi salvaje en un elemento asfixiante: las montañas y, sobre todo, la luz ahogan a los protagonistas, que parecen asumir el reto de llenar ese hastío lumínico con fiestas sin fin y agresivos silencios. No cabe desvelar mucho más sobre la trama de una cinta que avanza pausada pero concisa, deteniéndose en cuestiones atmosféricas con el fin de que el espectador llegue al grand finale preparado. Es, en este sentido, una lástima que ese clímax resolutivo sea un calco, casi plano a plano, del corto sobre el que está basado este Sparrows, y aunque haya sido perfeccionado en términos técnicos, la sensación de déjà vu es inevitable.
A favor: Su protagonista, un adolescente delicado que busca preservar la inocencia en un entorno brutal.
En contra: El desarrollo de la película y su clímax están descompensados, como si el grueso de la trama no fuera más que un pretexto para esa secuencia.