Críticas
2,5
Regular
Diez años y divorciada

Abuso infantil legitimado

por Eulàlia Iglesias

Para rodar su primer largometraje de ficción, la también productora Khadija Al-Salami se ha inspirado en su propia experiencia de niña forzada a casarse. Pero sobre todo bebe de la autobiografía de su compatriota Nujood Ali, la primera menor en pedir el divorcio en Yemen, que dio a conocer su caso en un libro del mismo titulo que la película. '10 años y divorciada' reconstruye así el periplo de la pequeña protagonista (la convincente Reham Mohammed), obligada por su padre a contraer matrimonio con un hombre que como mínimo le dobla la edad. La niña aprovecha que el tipo se harta de su rechazo y la devuelve temporalmente a sus familia para huir y acabar solicitando, con una determinación admirable que hace de ella toda una heroína, la separación legal ante un juez sensible a su causa. Con un afán divulgativo y didáctico que por momentos se torna en cierta simpleza dramática, Al-Salami ofrece desde el conocimiento del país elementos para contextualizar la situación a la que se ve empujada la protagonista, desde la pobreza extrema de la familia hasta los prejuicios machistas en torno al honor de las mujeres, sin justificar en ningún caso una costumbre de la que ella misma fue víctima.

Esta inmersión en una cultura que nos es ajena en casi todos sus aspectos es la principal virtud de una película cuya construcción narrativa resulta bastante precaria. Como su título, '10 años y divorciada' es una de esas obras que apelan a una denuncia clara ante el mundo de una práctica abominable, pero para ello parecen renunciar a cualquier complejidad o sutileza cinematográfica. La perspectiva de Al-Salami combina la denuncia de estas violaciones legales de prepúberes con la reivindicación de la existencia en el mismo país de un sistema judicial que puede poner en marcha los mecanismos de protección de las menores. Si la película contribuye de alguna manera a acabar con los matrimonios forzados de niñas en el Yemen y en el resto de países donde todavía tienen lugar, al menos habrá cumplido con su claro objetivo de concienciación ante este problema.

 A favor: el recorrido nada exótico ni turístico por el Yemen profundo y el Yemen urbano. 

En contra: una película pequeña para un asunto de la mayor importancia.