Críticas
0,5
Pésima
Unos peques geniales

Mira quien habla a coro

por Rodolfo Sánchez

Los comienzos en la dirección de Bob Clark no podían hacer prever su más que funesto desarrollo. Tïtulos como Crimen en la noche o Navidades negras o, después, Tributo, no apuntaban a que Clark acabará siendo famoso por ser el director de Porky's y su secuela y, en 1999, Unos peques geniales. Tampoco se llega a entender bien que los actores protagonistas de esta idiotez sean Kathleen Turner y Christopher Lloyd, salvo que ambos, por entonces, no eran más que destellos de lo que fueron. Unos peques geniales intenta ser un Mira quien habla a lo bruto, es decir, con muchos bebes hablando. Y si aquella podía tener cierta gracia, esta es una simple polifonía de voces pretendidamente graciosas que, sin embargo, resulta insoportable y totalmente superflua. A penas se puede decir algo interesante de una comedia destinada al disfrute familiar, aunque sea un disfrute un tanto sui generis.

A favor: Poca cosa o casi nada, quizá que a los niños puedan divertirse.

En contra: Que roza el ridículo en todo momento.