Críticas
3,0
Entretenida
Yo, Yo mismo e Irene

Una comedia esquizofrénica

por Miguel Blanco

Las películas de los hermanos Farrelly suelen tratar sobre parejas masculinas, quizás como metáfora de su inseparable carrera como realizadores. Ahí están 'Dos tontos muy tontos', 'Vaya par de idiotas' o 'Pegado a ti' como los mejores ejemplos. Pero en lugar de tratar el mismo tema de frente, siempre han tratado de innovar. Esto queda claro en 'Yo, yo mismo e Irene', donde la pareja de hombres habita en el mismo cuerpo, un hombre de personalidad escindida, debido al trauma que le dejó la mujer que le abandonó, unido a una vida llena de humillaciones.

Charlie y su doble Hank son como una versión del doctor Jekyll y Mr Hyde. Charlie es amable, humilde e introvertido, mientras que Hank es violento, carismático y ligón. Ambos están enamorados de Irene, que aprecia tanto la humanidad del primero como la fogosidad del segundo, sin saber que son identidades distintas.

La película, al igual que todas las de los Farrelly es una historia de superación en la que los protagonistas deben aprender a vivir con sus problemas y lograr un equilibrio entre el mundo real y el propio mundo excéntrico que ellos mismos han creado.

A favor: El histérico Jim Carrey interpretando dos papeles totalmente distintos.

En contra: Ser sensible a los chistes sexuales y/o escatológicos relacionados con animales.