Críticas
3,0
Entretenida
10x10

La Caja Deluxe

por Xavi Sánchez Pons

Hace unos años los creativos locos de la Fábrica de la Tele se inventaron La Caja Deluxe. Un mini-reality que consistía en llevar al límite a los personajes famosos que se atrevían a participar previo pago de una generosa suma de dinero. Las estrellas de la prensa del corazón tenían que confrontar los diablos y los hechos más duros de su vida durante varios días, y el grand finale era una gala en prime time nocturno presentada por Jorge Javier Vázquez en la que los protagonistas entraban en una caja con forma de cubo digna de la película de ciencia ficción de Vincenzo Natali. Una vez dentro de la La Caja, les sometían a una sesión de torture porn emocional que ríete tú de las franquicias de Hostel y Saw juntas. Desconozco si Suzi Ewing, directora y coguionista de 10x10, conoce el formato o vio alguna vez en su televisión digital de pago La Caja Deluxe. Ahora bien, lo que está claro es que la primera película de la directora británica viene a ser una adaptación apócrifa del formato ideado por Mediaset, con Kelly Reilly haciendo de, pongamos, Belén Esteban y Luke Evans de Jorge Javier Vázquez. 

Del argumento de 10x10 mejor contar poco porque el factor sorpresa es clave para poder disfrutarla de forma satisfactoria. Lo que se puede explicar es el punto de partida: en una pequeña localidad del interior de los Estados Unidos, un hombre secuestra a una mujer y la encierra en una celda de su casa de pequeño tamaño (el 10X10 al que hace referencia el título). A partir de ahí se inician una serie de interrogatorios y un juego del gato y del ratón que acabarán descubriendo parte del entuerto. 

Cercana en espíritu a un juguetón episodio televisivo de una serie de suspense (uno de Alfred Hitchcock Presenta, por ejemplo), pero sin la suficiente personalidad y hallazgos visuales de una buena película de género de serie b, el debut en formato largo de Ewing es un thriller resultón con toques de incorrección política que se beneficia de su vena misántropa y perturbadora (algo inherente al género raíz del que proviene: el cine negro) y de un ligero flirteo con el terror (el desenlace con toques sangrientos). Y es que aquí, tanto el torturador como la torturada (excelentes Luke Evans y Kelly Reilly) son un poco lo peor. El primero, porque no sabemos si tiene motivos para justificar lo que hace y si está en lo cierto, y la segunda por la maldad que, intuimos, esconde tras su frío rostro. Lo mismo que pasaba cuando veíamos a Jorge Javier Vázquez torturando, con razón o no, a sus conejillos de indias famosos en La Caja Deluxe

A favor: El toma y daca entre Luke Evans y Kelly Reilly. 

En contra: Genera unas expectativas en su primera hora que luego no consigue entregar.