Shakespeare en el instituto
por Israel ParedesGil Junger dirigió al comienzo de su carrera '10 razones para odiarte', una suerte de adaptación (inspiración) de "La fierecilla domada" de William Shakespeare, cuyo enorme éxito conllevo la realización de una serie televisa con el mismo título. A pesar de las resonancias (más bien coyunturales) shakesperianas, la película de Junger toma el manido tema de las relaciones juveniles en un instituto para construir una película que, a pesar de moverse en todo momento por el territorio de los lugares comunes, consigue otorgarle a 10 razones para odiarte una cierta identidad y personalidad propia suficiente como para que la película de Junger tenga algo diferente. Puede que sea casualidad, pero la presencia de dos jóvenes Julia Stiles y Heath Ledger, y, en menor medida, de Joseph Gordon-Levitt, hace que los personajes posean una solidez mayor de la que suele encontrarse en películas de este corte. Son creíbles incluso en su estereotipo y ayudan a que la historia de '10 razones para odiarte' no produzca demasiado sonrojo. Eso sí, es preferible verla siendo un adolescente.
A favor: La pareja protagonista.
En contra: Que a pesar de los buenos momentos, en general, acaba imponiéndose la sensación de estar ante un modelo de historia muy gastada.