Críticas
3,5
Buena
The Ritual

En lo profundo del bosque

por Marcos Gandía

En estos tiempos en los que los géneros más populares, más viscerales y más sinceros en el fondo, están siendo absorbidos o tal vez clonados para mal por esos ultracuerpos hipster que tanto daño están haciendo al terror, la ciencia ficción y la fantasía (sí, el mumble horror y sus acólitos), en esta época de corrección política, de propuestas mainstream en donde lo terrorífico se vuelve producto convencional que utiliza el eco de lo que fue (en los 70, en los 80) para hacer algo que no es lo que era… en estos momentos uno agradece que todavía haya francotiradores que se dediquen a contar una historia de miedo, terrible y salvaje, con convicción.

The ritual es cine de terror, cine de verdadero terror. No le hace falta, no necesita apuntarse a las fallas de efectos especiales, al gore loco que tanto nos gusta y nos sigue gustando, pero que no deja de ser un happening, todo lo cómplice que queramos (o que esperamos, necesitamos), pero happening intrascendente a fin de cuentas. The ritual transcurre por otros derroteros, no por conocidos menos terroríficos, y lo hace sin querer homenajear a nadie, a los maestros indiscutibles o a los ocultos genios de la serie B.

La materia de la cual está hecha esta película va más allá de los clichés que podríamos aguardar de esa excursión de unos amigos adentrándose en un bosque tan oscuro y tenebroso como el alma humana, comenzando por la de los mismos protagonistas. No, no es la Defensa/Deliverance de John Boorman o todos esos paseos por el mal que anida en cuanto dejas la ciudad. Se trata de una clásica aventura en negro, un descenso a los infiernos que sabe llevar de la mano del desconocimiento, el suspense y la sorpresa al espectador, donde nunca sabes dónde estás ni lo que te puede suceder en ese viaje lleno de enigmas.

Como en la mejor literatura del género, lo normal, la normalidad, irá difuminándose de una manera tan implacable como espeluznante hasta que todos los asideros de raciocinio y de cordura hayan desaparecido por completo. Y en ese instante, en ese punto de ruptura, The ritual deja de ser un relato más o menos realista para convertirse en una maravillosa alegoría del poder del buen cine de terror: violar y traicionar nuestras expectativas, romper con la linealidad y la coherencia dramática para llevarnos hacia la esencia de lo emocional, hacia ese ignoto mecanismo que provoca el miedo. 

A favor: Apuesta por un terror sin coartadas o complejos. 

En contra: Que los nuevos fans del género la consideren anticuada.