"Perras" al límite
por Covadonga G. LaheraAlgunas mujeres, sin necesidad de ser feministas, emplean el vocablo "perra" como signo de camaradería y complicidad, por mucho que el diccionario solo recoja su carga negativa. Algunas feministas sí van algo más allá en la teoría y hablan de un acto de reapropiación y resignificación de un vocablo que en boca de algunos hombres era un insulto despectivo y humillatorio, sobre el que podían justificar algunos de sus actos (y quizá de ahí la expresión "tratar a alguien como un perro"). Nadine y Manu, cual Thelma y Louise hiperexplícitas, han sido tratadas como perros por algunos hombres y se han visto impelidas a la violencia por las circunstancias. Ahora les toca el turno a ellas. Su fortuito encuentro será la semilla de una espiral de destrucción masculina y sexo indiscriminado que juntas irán perpetrando en Fóllame, como si se tratara en ocasiones de una interesante puesta en escena de las propias fantasías nacidas en una cabeza, con una tensión mantenida por un voyeurismo no consumado en el acto entre ellas.
La novelista y realizadora Virginie Despentes (con una biografía de alto voltaje), junto a la actriz porno Coralie Trinh Thi, dirigió esta adaptación de su propia novela, desprejuiciada en el fondo y en la forma, llena de saltos bruscos de montaje, recreándose en la duración de los actos violentos y sexuales, alardeando de estos a ritmo de jazz y punk rock, apurando la fatalidad previsible en la historia de estas dos mujeres habitadas por la rabia, la animalidad, la sed de venganza, que encuentran una especie de redención en apurar los límites, algo que la misma forma del filme intenta, aunque en ocasiones con cierta ingenuidad brusca.
A favor: Su absoluta falta de complejos.
En contra: La previsibilidad y tosquedad, por momentos, de lo puesto en escena.