Críticas
5,0
Obra maestra
Los Mitchell contra las máquinas

'Los Mitchel contra las máquinas': Una de las mejores películas que he visto este año

por Alejandro G.Calvo

Esta es una película que en Estados Unidos se la llama One Hit Minute. Cada minuto hay un hit de humorístico y, sinceramente, Los Mitchell contra las máquinas me parece una de las mejores películas que he visto este año 2021. La historia sigue a una familia atípica y tanto disfuncional que se embarcan en un viaje de carretera que se ve interrumpido por un inesperado levantamiento tecnológico que amenaza al a humanidad.

Producción cruzada entre Sony Pictures Animation y Netflix. Dirigen Jeff Rowe y Michael Rianda, que están detrás de una serie de animación, que me encanta, como es Gravity Falls. Pero, además, Jeff Rowe también está detrás de los guiones de Desencanto, la serie de Matt Groening. Así que es para ambos su primer largometraje. Es la primera vez que se ponen con un largometraje y les ha quedado muy bien. ¿Y cuál es el truco? El truco es que están bajo el paraguas de Lord Miller Productions, la productora que tienen los directores, productores y guionistas y genios absolutos como son Christopher Miller y Phil Lord.

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Son realmente dos de los valores dentro del campo de la animación más llamativos y que a mí al menos más me gustan. Recordamos, siempre lo digo, esto que me da mucha pena, que ellos iban a hacer la película de Han Solo y les despidieron cuando llevaban ya media película hecha más o menos.

Los Mitchell contra las máquinas es un desbarre absoluto. Es tal la acumulación de ideas que es ese tipo de películas que tienes que ver varias veces para poder aprenderlas todas, porque además funciona como un juego de muñecas rusa. Tienes una gran idea argumental que, es algo que hemos visto muchas veces en el cine, que es la rebelión de las máquinas. La rebelión de las inteligencias artificiales contra sus creadores.

Hemos visto muchísimas películas y series sobre eso. Ese de las máquinas es un clásico de la ciencia ficción. Desde Matrix a Almas de metal, La rebelión de las máquinas, Terminator, Engendro mecánico…Pues en los Mitchell contra las máquinas también las inteligencias artificiales que están en arabismo por todas partes, pero principalmente en nuestros smartphones y deciden atacar a la humanidad. Entonces la película cuenta todo esto, pero con mucho ridículo, pero es el ridículo bueno, no es el ridículo sublime, es el ridículo de Jerry Lewis. A mí ese ridículo me parece sublime, porque no paro de reírme en todo el rato y como digo, funciona a 2 escalas.

Tenemos unas secuencias largas, divertidísimas, como la secuencia en el centro comercial, pero que luego es que está al detalle. Hay miles de ideas y miles de gags en cascada. Es un no parar de gags. Es una auténtica barbaridad. La definición digital de las imágenes no es más que la definición de la animación digital. Las imágenes truncadas continuamente, como si un virus se hubiera colado dentro de la película y no pararan de meter pedazos de animación tradicional, pedazos de filtros resultantes de las aplicaciones de edición que hay en los smartphones o en cualquiera de las redes sociales que ahora mismo nos complica más que nos arreglan el mundo.

Igual que los gags humorísticos funcionan a distintos niveles por acumulación en largas piezas y al detalle, pues también la propia concepción visual de la película es así. Es un descalabro. Ya pasaba esto ya también Spider-Man: un nuevo universo. Cuando empezaba todo a glitchear. Pues aquí hay momentos de la conjunción de vídeos de YouTube, filtros de Instagram o de TikTok con la propia narrativa de la película, deteniendo o congelando la imagen para aplicar los chistes.

Respecto a la conexión de la imagen animada, convirtiendo gags que algunos son gags de altura y otros son gags un poco más infantiles, estoy plenamente de acuerdo con ello. También conecto plenamente con ello, porque al final esa risa es la risa que todos tenemos dentro desde que éramos niños. Y es una risa que más nos vale conservar si queremos poder seguir riéndonos hasta el resto de nuestra vida.