El domable Van Sant
por Virginia MontesEntre los años 1997 y 2000, el director norteamericano, abanderado del indie de los noventa, Gus Van Sant, decidió tentar a la suerte y tirar por la borda lo conseguido en obras como Mi Idaho privado y Drustore Cowboy adentrándose en el cine más comercial con El indomable Will Hunting (película de aspecto indie pero dirigida al gran público de manera evidente), con el remake al pie de la letra de Psicosis en Psycho y, finalmente, con Descubriendo a Forrester, la cual es muy parecida en concepción y en narración a El indomable Will Hunting pero mucho más ñola e insoportable. Aquí tenemos a un profesor huraño interpretado por Sean Connery a quien se acerca un joven negro de enorme talento. Y así, Van Sant opta por el melodrama más simplista en busca de emociones y lágrimas sencillas mediante un relato manipulador, vacuo y francamente irritante en su planteamiento. Del trabajo tras la cámara de Van Sant tan solo se puede decir que opta por una planificación convencional y de imposición por parte de la productora antes que por un trabajo personal como, por fortuna, tras esta tontería fílmica, retomaría con sus siguientes películas. Una época tonta la tiene cualquiera. Por fortuna la de Van Sant duró tan solo tres años.
A favor: Sean Connery, aunque no sea su mejor papel, sale medianamente bien parado.
En contra: Que no tiene límite en su ñoñería.