Uno más es igual a cero
por Rodolfo SánchezCuatro años después del éxito de '101 Dalmatas', la Disney intentó repetir la jugada con '102 Dalmatas', cambiando a Stephen Herek por Kevin Lima. La idea está ya implícita en su título: se suma uno al total de la anterior entrega sin apenas variar nada más para aprovechar lo que ya funcionó. Pero ese uno, en verdad acaba siendo cero, porque no hay nada nuevo salvo una mejora considerable en la técnica para visualizar a los perros y el semimundo fantástico de la historia narrada y una continuación por parte de Glenn Close de su magnífica interpretación de un personaje que, en su forma animada, pasó a la historia.
Su Cruela de Vil es lo mejor de '102 Dalmatas' junto con el vestuario de Anthony Powell, quizá el elemento con mayor creatividad de una película que ofrece exactamente lo mismo que cuatro años atrás. Si aquella tenía cierta gracia, la segunda la pierde aunque repita argumento y estructura y se cambie unos personajes por otros pero sin apenas novedades y se añada un dálmata a la narración.
A favor: Glenn Close y sus vestidos.
En contra: El aburrimiento generalizado.