Críticas
2,0
Pasable
Nunca fuimos ángeles

Monjes a la carrera

por Bibi Ramos

Antes de Juego de lágrimas, Entrevista con el vampiro o Michael Collins, el irlandés Neil Jordan dirigió a finales de los ochenta esta singular buddy movie, alejándose de su registro dramático más habitual, donde Robert de Niro y Sean Penn se meten en la piel de dos prófugos (más un tercero en la fuga), que son confundidos en Arizona por una pareja de sacerdotes y deciden seguirles el cuento a los miembros de una comunidad de monjes católicos mientras piensan en un plan de huida más conveniente hacia Canadá.

De Niro y Penn se meten en la piel de Ned y Jim, personajes "libremente" herederos de los interpretados en los cincuenta por Humphrey Bogart, Aldo Ray y Peter Ustinov en No somos ángeles de Michael Curtiz. La revisión del guión ha contado, entre otros, con el reputado dramaturgo y ensayista David Mamet, aunque uno se sorprenderá con unas cuantas fallas durante la trama que hacen que Nunca fuimos ángeles no sea precisamente el trabajo más recordado de Mamet. Algunos gags, de todos modos, bien merecen el visionado.

A favor: La química cómica de Penn y De Niro (aunque a veces resulta demasiado chorra) y el personaje de John C. Reilly.

En contra: Algunos elementos y personajes secundarios (por ejemplo, Demi Moore) en el guión resultan molestamente fortuitos e inverosímiles.