Críticas
3,5
Buena
Un lugar tranquilo: Día uno

Aliens y gatitos

por Tomás Andrés Guerrero

Después de dos entregas de la ahora franquicia Un lugar tranquilo, los seguidores esperaban con impaciencia una nueva secuela. En su lugar, Paramount optó por retroceder y convertir la tercera parte en una precuela. Además, se trata también de un 'spin-off', para ser exactos, ya que se remonta a cómo empezó todo, pero con unos personajes nuevos: Un lugar tranquilo: Día uno.

La trama sigue a Sammy (Lupita Nyong'o), una joven con cáncer que visita Nueva York para asistir a una representación teatral, justo cuando es invadida por los letales alienígenas ciegos -pero con un oído implacable- que aterrorizaban a la familia protagonista de las dos primeras entregas. La muchcha enferma y su adorable gato, forman equipo con un desconocido llamado Eric (Joseph Quinn) e intentan desesperadamente salir de la ciudad a tiempo.

Estamos ante una precuela apasionante que combina profundidad emocional y suspense trepidante. La sobresaliente interpretación de Lupita Nyong'o y un Joseph Quinn en estado de gracia -y con un papel hecho para él como anillo al dedo- hacen que sea una película imprescindible para los fans del fantástico, a pesar de algunos puntos predecibles de la trama.

El director Michael Sarnoski, como ya hizo en Pig, cuenta la historia de una persona retraída y asocial (la Sammy de Nyong'o), que aprende a desenvolverse en un mundo desconocido. El espectador asiste a una emotiva epopeya de dos personas perdidas que se reencuentran a sí mismas, disfrazada de terrorífica cinta de ciencia ficción.

Esto es especialmente cierto con la insistencia de Sammy de su pizzería favorita en medio del escenario del fin del mundo. Puede sonar a comedia, pero Sarnoski, que también ha escrito el guion, consigue convertir el absurdo viaje de los protagonistas en una historia sorprendentemente agridulce. Que ella padezca cáncer terminal, refleja sutilmente la decisión aparentemente desacertada pero comprensible de su personaje.

Mención aparte para el gato del personaje de Sammy (que en el filme atiende al nombre de Schnitzel) que se acaba llevando todo el protagonismo.