Críticas
1,5
Mala
Yo soy Sam

Forrest Gump no era suficiente

por Miguel Blanco

Como decía el personaje de Robert Downey Jr en 'Tropic Thunder' nunca se puede interpretar a un incapacitado intelectual completo en el cine. Hay que interpretar a alguien algo tonto, o con algún problema. Pero nunca llevarlo al extremo, porque el espectador no se identifica con él. El personaje de la película por Ben Stiller ponía como ejemplo a Sean Penn en 'Yo soy Sam' y viendo la película uno descubre que ese gag tiene bastante de cierto.

Y es que el principal problema de esta película es que la actuación de Sean Penn es tan excesiva, tan generosa en gestos y tics, que termina expulsándote del film, fijándote sólo en la caracterización del actor. Es una película-vehículo para el interprete, pero que termina por ser perjudicial en esta historia de amor fraternal entre un padre y su hija pequeña, y sobre la toma de conciencia de una abogada fría y calculadora, que podría ser una metáfora de toda la sociedad, que tras conocer el caso del padre indefenso, comprende mejor su situación.

Una película alimenticia y demasiado evidente. Su didactismo y sentimentalismo es algo molesto. Y para qué negarlo, se descubren fácilmente las intenciones reales de la película: conseguir nominaciones en los premios anuales de EEUU.

A favor: Sus buenas intenciones, aunque sea con un sentimentalismo cargante.

En contra: Que detrás de su mensaje sólo se esconda una calculada operación comercial.