Críticas
1,5
Mala
Dragonfly, La sombra de la libélula

Vida tras la muerte

por Rodolfo Sánchez

El director Tom Shadyac comenzó su carrera con una de las películas más insólitas de los noventa, 'Ace Ventura, un detective diferente' y continuó con varios títulos como el infame e insultante remake de la película de Jerry Lewis 'El profesor chiflado', la medianamente digerible 'Mentiroso compulsivo' y la imposible 'Patch Adams' antes de rodar 'Dragonfly (La sombra de la libélula)', película extraña dentro de su filmografía si se tiene en cuenta que tras ella realizaría 'Como dios' y 'Sigo como dios'.

Es decir, entre comedias de todo tipo un drama fantástico o una película fantástica con cariz melodramático protagonizada por un Kevin Costner que no estaba en su mejor momento (aunque tampoco en el peor) y que se acaba alzando como lo mejor de una película mediocre y aburrida en la que una premisa más o menos interesante y con posibilidades deviene en una simple sucesión de momentos pretendidamente misteriosos pero planos y sin imaginación. Costner, decíamos, mantiene el pulso dramático mientras Shadyac parece confiar tanto en él y en su capacidad actoral como para llevar a cabo una puesta en escena tan rutinaria que acaba aburriendo al transmitir su desidia.

A favor: Kevin Costner.

En contra: La falta de pulso narrativo por parte de su director.