Críticas
2,0
Pasable
Corazones en Atlántida

Nostálgica mirada atrás

por Covadonga G. Lahera

Scott Hicks, el responsable de Shine, aquella película con cierta repercusión en 1996 gracias, entre otras cosas, a la encomiable caracterización de Geoffrey Rush como el pianista David Helfgott, dirige este drama nostálgico que sitúa en su centro de mira la relación que va construyéndose, por un lado, entre tres niños que viven en una pequeña comunidad y, por otro, entre uno de ellos, huérfano de padre, y un misterioso hombre solitario recién llegado. La película arranca en un supuesto presente desde el que, vía flashback, se remonta a la infancia del protagonista, que introduce el relato mediante su voz en off.

Pese a una buena construcción de los protagonistas, el guión descuida a algunos personajes, en especial a Sully, cuyo guante de béisbol es lo que activa la memoria de un Bobby Garfield adulto, o también la simplificadora presentación de la madre. El filme, por otro lado, no logra crear una atmósfera tan ambigua como pretende, entre lo afable y lo misterioso, entre lo nostálgico y lo siniestro, y suele quedarse en el terreno descafeinado de lo sentimentaloide, pese a los esfuerzos de Hicks por llevan a buen puerto el guión que William Goldman firma a partir del libro de Stephen King, de quien hace años ya había adaptado Misery.

A favor: La interacción entre Bobby y Ted.

En contra: No acaba de lograr la intensidad emocional que pretende. Los subrayados musicales.