Críticas
3,5
Buena
Nina

Poderosa Patricia López Arnaiz

por Sara Heredia

La venganza femenina se ha convertido en un género con fuerza propia en el cine. Ahí tenemos, por ejemplo, Una joven prometedora (2020), de Emerald Fennell; Jane Got a Gun (2015), protagonizada por Natalie Portman; o, a su manera, Ellas hablan (2022). Eso sin contar con la inolvidable Black Mamba de Kill Bill (2003) o Hard Candy (2005), títulos más antiguos pero absolutamente valiosos. Y es que no hay nada como una mujer harta que se toma la justicia por su mano. A mí, personalmente, me pirran y me fascinan.

La cineasta Andrea Jaurrieta nos trae su propuesta para el género con Nina, un soberbio 'thriller' con toques de 'western' desarrollado en la costa española. La protagonista es Nina, una actriz que regresa al pueblo del que una vez huyó con un propósito claro: vengarse de un hombre al que están a punto de hacer un homenaje.

Jaurrieta ya sorprendió con Ana de día en 2018, un drama psicológico centrado en el mito del doble a tener muy en cuenta. Ahora regresa con esta cinta de suspense que la reafirma como una cineasta muy sugerente y con una habilidad especial para hacer que sus protagonistas destaquen. Desde luego, es lo que sucede con Patricia López Arnaiz.

La actriz de 20.000 especies de abejas sostiene todo el peso dramático con una solidez que impacta. Una mirada afilada por su parte es suficiente y pocas veces hace falta añadir una línea de diálogo. López Arnaiz se basta sola para crear tensión, terror y dolor en la medida que necesite la historia. A su lado, otras bestias interpretativas como lo son Darío Grandinetti -otro que tiene suficiente con echar una mirada para decirlo todo- y la joven Aina Picarolo, sobre la que recaen las escenas más desagradables y quien consigue sacarlas adelante sin victimismos ni lástima.

Un casting de peso en una película memorable.