Críticas
3,5
Buena
Ausencia de malicia

El cuarto poder

por Israel Paredes

Sidney Pollack dirigió 'El jinete eléctrico' y 'Ausencia de malicia' de manera consecutiva, lanzando una mirada sobre el periodismo y el poder del mismo a través de dos narraciones bien diferentes pero complementarias, conformando un extraño (y puede que involuntario) díptico. La diferencia se encuentra en que en 'Ausencia de malicia' Pollack introduce, además de la problemática y del conflicto de la pareja protagonista, una intriga policial y política muy del gusto del cineasta.

Arropado por un excelente reparto encabezado por Paul Newman, Sally Field y Melinda Dillon, Pollack construye una película que, aunque rodada a comienzos de la década de 1980, es hija del cine de los setenta en su desconfianza hacia el poder (sea cual sea la naturaleza de este), algo que mantendrá en su carrera hasta su última película, 'La intérprete'. 'Ausencia de malicia' posee esa mirada "paranoica" hacia el poder, hacia el control que, de una manera u otra, este ejerce. La publicación de manera poco responsable por parte de la periodista Megan (Sally Field) de una noticia sobre Michael Gallagher (Paul Newman) auspiciada por la fiscalía, que filtra una información cuya veracidad es dudosa, es el punto de partida para que Pollack trabaje el material con seriedad pero con la suficiente ligereza narrativa como para crear una película muy entretenida y con cierta profundidad, con un gran ritmo narrativo, con una puesta en escena muy de la época y muy del director, quien cerró con Ausencia de malicia quizá la mejor etapa de su carrera.

A favor: Los actores, el trabajo de Pollack.

En contra: Que a pesar del buen ritmo la película adolece en algunos momentos de cierta demora narrativa.