Críticas
4,0
Muy buena
Rivales

Besos de verdad

por Andrea Zamora

Ya no recuerdo la última vez que vi un beso de verdad en una película. Lo que suele ocurrir: los protagonistas se unen en un torpe intento de pasión juntando labios, agarrándose de la cabeza y moviéndola de un lado a otro. Es decepcionante, como si explotaran la burbuja en la que solo existe su relación. En definitiva: la pantalla nos muestra una ilusión y, al final, somos conscientes de que todo es ficción. Sin embargo, Rivales, la nueva película de Luca Guadagnino, desafía este chasco. Cuando el trío protagonista se besa, lo hace de verdad.

Después de Call Me By Your Name (2017), Suspiria (2018) y Hasta los huesos (2022), Guadagnino ha reunido a Zendaya, Josh O’Connor y Mike Faist para contar una historia que va más allá del típico triángulo amoroso. La película explora cómo buscamos en los demás lo que nos falta de manera egoísta. Rivales sigue a Patrick Zweig (O’Connor) y Art Donaldson (Faist), dos tenistas inseparables. En un campeonato conocen a Tashi Duncan (Zendaya), la gran promesa del tenis. A partir de ese momento, sus vidas quedan entrelazadas para siempre.

Desde los primeros minutos, Guadagnino establece una metáfora que se extiende a lo largo de la película: ¿Estamos hablando de tenis o de relaciones? Rivales comienza con un partido entre Patrick y Mike, con Tashi observando desde la primera fila. A medida que la trama avanza, Guadagnino revela los eventos clave que han moldeado las relaciones entre estos personajes.

Zendaya es el punto central que conecta todo, pero el director juega con la ambigüedad entre Patrick y Mike. En ocasiones, la película se presenta como una historia de amor, mientras que en otras se siente como una historia de amistad o incluso algo más. En esencia, Rivales trata sobre tres personas en simbiosis: cada uno aprovecha lo que el otro tiene para alcanzar sus deseos inalcanzables. Es su egoísmo, disfrazado de sacrificio, lo que impulsa a los personajes hacia adelante. Los tres se necesitan mutuamente para encontrar consuelo y emoción en sus vidas, que apenas rozan las expectativas que tenían cuando eran veinteañeros.

Los besos en Rivales son revolucionarios, pero el final de la película también. Es redondo y satisfactorio. Guadagnino aprovecha todo lo que ha sembrado a lo largo del filme para crear un desenlace hermoso y coherente para los tres protagonistas. La tensión acumulada se libera como un grito. Es suficiente. No necesitamos más. Rivales equilibra pasión y tensión de manera magistral. Eso, en una época en la que muchas películas buscan convertirse en sagas o franquicias, es lo más sexy que verás en una pantalla de cine.

Lee la crítica completa: En 'Rivales' los besos son de verdad: La película de Zendaya es pasión y tensión a partes iguales