Venganza por la cara
por Diana AlbizuWalter Hill fue todo un especialista en coger argumentos propios de la serie B y el cine de derribo (como esta adaptación de una novela de John Godey sobre una venganza criminal con operaciones de cirugía facial de por medio) y añadirles toneladas de nervio, paladas de intuición visual y un torrente de ritmo sudoroso que las hace únicas. Por no hablar de la forma frontal y directa de aproximarse a la violencia, con una plástica brutal y crudeza sin paños calientes.
'Johnny el Guapo' mantiene todas esas constantes y se beneficia de contar un argumento funambulista entre lo delirante y lo inverosimil en el que Mickey Rourke es el típico criminal traicionado por sus compañeros que decide vengarse al salir de la cárcel. Da la casualidad de que ha sido sometido a un avanzado proceso de cirugía estética que ha cambiado por completo su antaño deformado rostro, por lo que los granujas que lo traicionaron no lo ven venir. Si bien su plan de venganza resulta tan alambicado como improbable, los huecos de guión nunca han impedido disfrutar de la fuerza visual del cine de Hill, un director más de ambientes y escenas que de arcos argumentales. Y, de ese modo, 'Johnny el Guapo' puede ser uno de sus títulos más rotundos.
A favor: Las dos (brutales y brutas) secuencias de atracos.
En contra: Una Ellen Barkin demasiado chillona.