Críticas
4,0
Muy buena
El último Late Night

Aterrorizar sin sustos

por Sara Heredia

Hay algo en lo que se equivocan la mayoría de directores de películas de terror y es que solo se consigue atemorizar al público mediante sustos inesperados y música de tensión. Por suerte, ya hace años que hay un consenso generalizado en torno al horror y todos estamos de acuerdo en que los días de los pasillos oscuros y la niña mirando al infinito con cara de susto pasaron a mejor vida.

El último late night es una muestra de lo mejor del género en años. La cinta dirigida por los hermanos Cairnes -Colin y Cameron- nunca sobresalta al espectador en la butaca ni le hace tirar las palomitas, pero genera una atmósfera sobrecogedora y, sobre todo, intrigante de la que es imposible escapar. Un poco como ser testigo de algo que sabes que va a terminar terriblemente mal y, aún así, disfrutar cada segundo de ello.

La cinta nos presenta a Jack Delroy, un presentador estrella de la televisión nocturna que, tras años en antena, aún no ha conseguido la relevancia que esperaba tener y sigue siendo un secundario en la programación. Tras la muerte de su mujer a causa de un cáncer, el futuro de Delroy parece más negro que nunca, pero él intenta subir la audiencia de su programa a toda costa.

La principal innovación de los Cairnes está en la puesta en escena. Por una cuestión de límite de presupuesto -y bendita sea-, centraron la trama en un plató y lo rodaron con tres cámaras de televisión. Esta falta de recursos les llevó a repensar su plan y terminaron rodando un programa de los 70 con un velo sobrenatural absolutamente inquietante.

Uno de sus grandes aciertos está en el casting. En concreto, en David Dastmalchian, un actor único en la industria que encaja como un molde en esta producción. Se hizo internacionalmente popular con El Escuadrón Suicida (2021), pero Dastmalchian necesita producciones como ésta propuesta de los hermanos Cairnes para que no nos olvidemos del encanto natural que tiene ante la cámara.

El último late night es una cinta de suspense y posesiones que avanza con un ritmo imparable gracias a la excelente realización de sus directores y a un guion agudo que pretende que todo fan del terror se lo pase en grande. Uno de los títulos del año.