Crítica de SensaCine.com para Abigail: Esta chica es un demonio

Abigail es un viaje terrorífico, hilarante, sangriento y muy entretenido, que rejuvenece el cine de vampiros, aunque no tan inspirada como se esperaba. Dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, conocidos como Radio Silence, el filme aborda un nuevo subgénero de terror, dando una vuelta de tuerca a la clásica historia de monstruos de la Universal. El caos sangriento comienza cuando un grupo de desconocidos es contratado para secuestrar y "cuidar" a la hija de un hombre misterioso, pero el equipo descubre que la niña -y su padre- son más peligrosos de lo que pensaban.

Los directores de las dos últimas entregas de Scream mantienen la tensión y el interés. El buen reparto ayuda, a pesar de su papel anodino de una plana Melissa Barrera, que es el gran gancho para el público del fantástico. Sin embargo, el gran descubrimiento de la película es la pequeña Alisha Weir: con una interpretación llena de matices y que sabe perfectamente en la producción en la que está.

Aunque no es una cinta muy notable y, quizá se esperaba más de los tipos que están tras las cámaras, es la película perfecta para ver con palomitas de maíz un viernes por la noche. Es muy disfrutable, sobre todo por la actuación de su pequeña protagonista, que hace un giro tan brusco a su papel en la Matilda de Netflix, que casi parece una persona completamente diferente. El filme una sólida incorporación al canon de los monstruos de la Universal y los fans del gore quedarán más que satisfechos, aunque decepcione a los fans de otro tipo de fantástico.