Einstein casamentero
por Diana AlbizuLo que no deja de ser una más de las numerosas comedias románticas que Meg Ryan protagonizó durante la década de los 90 pretende añadir el extraño punto de interés de que el romance que vive con un insufrible Tim Robbins esté orquestado entre bambalinas por la ayuda celestina de su tío. Y es que ese tío distraído, dispuesto a encontrarle a su sobrina una media naranja ideal e interpretado por Walter Matthau no es otro que Albert Einstein.
No, Matthau tampoco parece creerse del todo que haya aceptado interpretar al físico detrás de la teoría de la relatividad en una comedia romántica de tono amable e inaguantable enredo dramático. Una cosa es que el director Fred Schepisi y el resto de implicados no se preocupen demasiado por la ambientación histórica o dar a Einstein entidad más allá del estereotipo de científico genial aunque excéntrico, pero si deberían haber mostrado mayor dedicación al hilvanar una tópica y anémica trama romántica bochornosa en todos los espacios y tiempos posibles.
A favor: Cierta elegancia visual.
En contra: No se atreve a ser tan boba como el argumento habría requerido.