Críticas
1,0
Muy mala
¿En vivo o en vitro?

Demasiado pobreta

por Bibi Ramos

Anunciada en su momento de estreno, en 1996, como la "primera comedia probeta", En vivo o en vitro fue la segunda película del también actor Jean-Paul Lilienfeld, que también asumió la escritura del guión. Su intento de comedia romántica que abordaba un asunto por aquel entonces bastante en boca de la opinión pública no acaba de tener gancho ni logra construir unos personajes que articulen con interés ese debate social.

El cruce "interesado" entre Sandrine (Clémentine Célarié), una empresaria con deseos de maternidad pero sin tiempo para relaciones, y Eric (Patrick Braoudé), un pequeño negociante con su puesto en riesgo, se desarrolla de modo tan irregular y grotesco en ¿En vivo o en vitro? que casi todas las sonrisas que pudiera esbozar la platea se quedan a medias y cualquier posibilidad de discurso reflexivo a partir del tema se queda en vacua anécdota. Un año antes Chris Columbus había tenido un resultado más simpático y eficaz con Nueve meses...

A favor: Cierto potencial de su planteamiento y para de contar.

En contra: La poco brillante composición de personajes, interpretaciones y situaciones.