Familia no hay más que una
por Xavi Sánchez PonsLo primero que sorprende de Mi padre es el logo de Amblin que precede los créditos iniciales. Con producción ejecutiva de Steven Spielberg, el filme de Gary David Goldberg, sucedía en el planning de la productora a En busca del valle encantado de Don Bluth, y, al mismo tiempo, precedía la secuela de Regreso al futuro.
Muestra de que el director de Encuentros en la tercera fase ya sentía interés por las historias más emotivas, sencillas, de carácter familiar, Mi padre es la adaptación de una novela de William Wharton (autor también del guión), que viene a relatar a grandes rasgos la historia de una familia de clase media americana a través del patriarca, un venerable abuelo interpretado casi todo el tiempo sin excesos por un ajustado Jack Lemmon, padre de dos hijos (Ted Danson y Kathy Baker). Todas las buenas intenciones que pueda tener la película, sin duda respetables, quedan invalidadas por una puesta en escena sin personalidad ni pulso, que acercan el resultado final a un telefilme de sobremesa.
A favor: Kevin Spacey como yerno ninguneado
En contra: la lacrimógena banda sonora de James Horner