Críticas
3,0
Entretenida
Zegen, el señor de los burdeles

Prostíbulo nacional

por Bibi Ramos

Shôhei Imamura dirigió en 1987, entre La balada de Narayama y Lluvia negra, esta sátira negra sobre su propio país, un Japón imperialista con voluntad expansionista entre principios del siglo XX y la Segunda Guerra Mundial. A partir del guión que él mismo firma junto a Kota Okabe y que tomaba como punto de partida las memorias de Iheiji Muraoka, Imamura conforma un retrato crítico del exagerado y mal entendido patriotismo de entonces que simultáneamente muestra recurriendo a su particular humor surrealista.

El protagonista de Zegen, el señor de los burdeles es un soldado extremadamente patriótico que en el comienzo del filme libera a un grupo de mujeres de la esclavitud. Se convierte en un "comerciante de mujeres" con ínfulas colonizadoras. Su concepto del patriotismo es bastante singular y cree que un acto realmente útil e incluso heroico para con su nación es la de capitanear el mayor burdel del mundo. Las recién liberadas pasan a ser prostitutas que satisfarán los deseos de clientes extranjeros en Hong Kong. A partir de ese primer enclave, será un suma y sigue. Pese a que la película cae en la repetición y pierde ritmo en algunos pasajes, Imamura construye una aguda y crítica mirada hacia la ingenuidad y la ignorancia, que no sirven para justificar el despropósito que contienen determinadas empresas.

A favor: Su voluntad para trazar un discurso crítico en forma de sátira.

En contra: Su ritmo decae al hacerse algo repetitiva y demasiado extensa.