Críticas
3,5
Buena
El Señor de los Anillos: El retorno del Rey

Destinos legendarios

por Bibi Ramos

Tras las dos entregas precedentes, Peter Jackson pone punto y final a la elefantiásica novela de J. R. R. Tolkien (años después abordaría la también ambiciosa adaptación del preludio de todo esto: El hobbit). La trilogía de El señor de los anillos se cierra con este tercer episodio, "El retorno del rey", y cuando Jackson parecía no poder ir más allá, las aventuras de Frodo, Sam y compañía se clausuran con una traca final apoteósica.

Vuelven a convocarse la intensidad, el suspense, la tensión dramática precedente, con más sentido aún pues será aquí donde se recorran los tramos finales de unos cuantos caminos: Frodo y Sam llegando al Monte del Destino para destruir el Anillo Único mientras el Gollum trata de enemistarlos y tentarlos poniendo a prueba su integridad, el periplo individual de Aragorn, que habrá de aceptar su propio destino, o esa portentosa batalla en los campos de Pelennor, entre el séquito de los Nazgûl y los hombres, entre otros. Así acaban las más de nueve horas que alcanza la megalómana adaptación del neozelandés. Los fans más incondicionales no podrán reprimir un inevitable sentimiento de melancolía. El resto de la platea quizá sienta alivio.

A favor: El manejo de la tensión dramática y el esfuerzo por mantener un altísimo nivel épico.

En contra: Parece que Jackson se resiste a despedir la trilogía y el espectador quizás haya quedado ya agotado tras su megalomanía.